El
Oro es
uno de los primero metales en ser procesado por los humanos.
Con su llamativo y brillante color amarillo, fue
reconocido, como un elemento que se encuentra en la naturaleza, que podía
permanecer sin corroerse ni dañarse. Por la durabilidad de su esplendor, su
rareza y dureza, fue muy popular y ha sido utilizado en muchas culturas,
especialmente para objetos de rituales.
Figura egipcia hecha en Oro |
La recuperación del Oro probablemente comenzó en la
Edad de Bronce. Su ligereza al mezclarlo con diversos metales, su temperatura
de fundición moderada y sus propiedades
favorables hicieron del Oro un material muy atractivo.
En el 4500 AC, en la ciudad Búlgara de Varna, ya se
hallaba Oro, como se descubrió en 1972. En Europa Central se pueden detectar
objetos de Oro del segundo milenio AC. Ejemplos célebres son el Oro del
sombrero dorado Schifferstadt y el disco celeste de Nebra.
Los egipcios explotaron depósitos en el Alto Egipto
y en Nubia. Los romanos usaban yacimientos en Asia Menor, España, Rumania y
Alemania.
La documentación más antigua representa a los
Argonautas Griegos en su viaje a Cólquida en busca del Vellocino de Oro.
En el Torah del becerro dorado se dice que los
Israelitas los adoraban como a un ídolo mientras Moisés recibía los 10
Mandamientos, y en la tierra dorada d Ofir. El Nuevo Testamento menciona el Oro
(además del incienso y la mirra) como un homenaje como uno de los obsequios de
los Magos de Oriente para Jesús recién nacido (ver el Evangelio de San Mateo,
capítulo 2, versículo 11).
Además en Sudamérica y Mesoamérica se procesaba Oro muy
tempranamente. Por ejemplo, el Moche dominaba el Perú a principios del primer
milenio, y hacían figuras de aleación (Tumbago) con fines rituales de varios
kilogramos de Oro.
Figura Tumbago hecha en Oro |
La ambición por el Oro fue motivo de guerras,
saqueos y conquistas. Los descubrimientos de Oro en América del Sur y Central
atrajeron, gracias a los viajes de Cristóbal Colon, a exploradores europeos,
principalmente españoles que regresaban a Europa con los galeones llenos de
Oro. España estuvo entre las naciones más ricas de Europa, pero como
consecuencia, las culturas indígenas fueron destruidas.
Una y otra vez, grandes multitudes de aventureros
encontraban Oro. En el siglo XIX, surgieron en diferentes continentes
movimientos masivos llamados la Fiebre del Oro en aquellas zonas de grandes
depósitos de Oro, los mejores ejemplos son la Fiebre del Oro de California en
1849 y la Fiebre del Oro de 1897 en el Río Klondike en Alaska. También en
Australia (Bathurst, Temora, Teetulpa, y Coolgardie) y Sudáfrica
(Witwatersrand), surgió la Fiebre del Oro. Por el contrario casi ningún
buscador de Oro, se enriqueció con la extracción minera o con el lavado del
Oro.
Incluso en la actualidad, el precio fluctuante del
Oro a menudo lleva a la conmoción social: cómo el precio del Oro en Sudáfrica
lleva al agotamiento de la población que vive como parte de la producción de
Oro. O también, en la Región del Amazonas Brasileño, la minería informal de Oro
por parte de los garimpeiros a menudo está relacionada con serias consecuencias
sociales y ecológicas.
Editado por: Pedro Pagavino
(Fuente: Wikipedia)
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